Página Web de la gente de Cirera (y alrededores)

jueves, marzo 23, 2006

Un medico en Egipto


Hola,
¿Como va por Cirera?. Por aqui de puta madre, bueno ya veis lo bien que me está sentado el viajecito. Hoy he ido a un restaurante egipcio y me he comido de postre un crepele de chocolate, pero el chocolate era raro, no estaba fundido, había que calentarlo con un cliper y desacerlo con los dedos, estaba buenisimo y encima he pillado un colocon.
Bueno os dejo que voy a ver si pillo un camello de esos...
Adios.
Pd. Ya tengo currilo para cuando llegue, ya os contare y ahí va un adelanto....


Posted by: Propano

miércoles, marzo 15, 2006

¿No se te olvida nada?

Me parece un resumen de puta madre, pero creo que te dejas algún detallito, y como veo que tú no lo vas explicar, lo haré yo:

Pues resulta que Miguel tenia un secreto muy bien guardado. Un día cuando salía de la oficina del paro, después de hacer tres horas de cola para sellar, paso por delante de un “mercadona”, y no se resistió a entrar para comprarse un pastelito “pantera rosa”. Casualmente, le salió un rasca y gana de un pase para ir a conocer a Benedicto XVI, y con la suerte que le caracteriza, salió premiado. Ninguno sabíamos nada del premio, y no sospechábamos nada. Por fin llego el momento de ir a San Pietro. Cuando entramos a la basílica Miguel se perdió, o eso nos dijo, y pasados quince minutos nos lo encontramos en las escaleras sentado y diciendo “cabrones donde os habéis metido”. Su intención era hacerse el perdido y lo cierto es que lo consiguió, pero solo por momentos porque un descuido le delataría. A mi me parecía extraño que Miguel fuese en traje todo el día, y además su excusa no me la creía (llevo el traje para acostumbrarme, ya que desde el lunes lo tendré que llevar todos los días), y lo de que se hubiera perdido no me acaba de convencer, así que en un descuido le pillé la cámara y cual fue mi sorpresa al ver su última foto, como no podía ser de otra manera me la copié. Por eso creo que tu resumen está incompleto, pero aparte de este detallito me parece que no se podría resumir mejor el fin de semana más bonito y intenso desde las despedidas del Christian.






Posted by:Pako

Viaje patrocinado por:

Ristorante Manolini
- specialità crepes -
Posted by: Christian Peich

Fin de semana frenético en Roma

El caso es que nuestro amigo Manolo, después de un año de encierro efectivo estudiando, por fin había hecho los exámenes del MIR, y entre todos habíamos planeado llevárnoslo, por sorpresa, a Roma para pasar el fin de semana. Los preparativos se remontan unos meses atrás, adornados de diversas vicisitudes: cambios de fechas, reservas de vuelo y hotel, fallos en los correos electrónicos que por poco estropean la sorpresa, excursiones a casa de Manolo para conseguir, sin que se diera cuenta, el número de móvil de su novia Neus, etc. Pero al final, podemos decir que todo salió de puta madre.
Cirera, sábado 11 de marzo, 6:45 de la mañana. Empezaba la primera de las dos jornadas frenéticas que teníamos planeadas desde hacía tiempo. Paco, Marta, Alberto, Manolo y Miguel salían de Cirera camino de Girona. Manolo pensaba que la idea era ir de excursión durante todo el día, y a pesar de la hora intempestiva a la que nos habíamos levantado, parece que no se esperaba una sorpresa como la que le habíamos preparado. Empezó a darse cuenta del engaño cuando entramos en el parking del aeropuerto de Girona. Y la sorpresa fue mayúscula cuando entramos en la terminal y vio que allí estaban desayunando Christian, Mónica, Carlos, Laura, Noe, Javi y Neus. No se esperaba ni siquiera la presencia de su novia Neus, que había conseguido guardar el secreto de forma más que efectiva. El caso es que habíamos conseguido sorprender a Manolo. Prueba superada.
Manolo no se lo creía, y su cara confirmaba que habíamos conseguido sorprenderlo. Así las cosas, desayunamos todos y nos dispusimos a tomar el vuelo de Ryanair de las 9 de la mañana con destino Roma. Salimos puntuales, y pasadas las 11 estábamos ya en el aeropuerto de Ciampino, a pocos kilómetros de la capital italiana. Después de un rato de espera, subimos al autocar que nos llevaba hasta el centro de la ciudad. Una vez allí, tomamos un metro hasta Bologna, una estación cercana al hotel que teníamos reservado. Dejamos las cosas en consigna, pues las habitaciones aún no estaban preparadas, y nos fuimos a visitar el centro. Teníamos poco tiempo, así que no había más remedio que coger fuerzas y prepararse para una maratón de visitas, fotos y caminatas.
Primera parada: Piazza di Spagna. Nos hicimos las fotos de rigor en las escalinatas, dimos una vueltecilla y nos fuimos a comer cerca de allí, en dos grupos de seis. Después de la comida, de nuevo a visitar cosas. Siguiente parada: Fontana di Trevi, bajo mi punto de vista, el lugar más bello y mágico de Roma, por la mañana, por la tarde y por la noche, haya gente o esté vacía. Nunca me cansaré de contemplarla, a pesar de la cantidad de veces que estado allí. Una vez más, fotos, y como no podía ser de otra forma, cumplimos con el ritual de lanzar una moneda a la fuente. Dice la tradición que quien lo hace retornará a Roma, y debo decir que, en mi caso, siempre se ha cumplido: lancé la moneda en 1998, en el viaje de fin de curso, y volví de Erasmus en el 2002. Después, volví a Roma dos veces más, y ésta ha sido mi quinta visita. Espero que, próximamente, venga la sexta. Seguro que sí.
La tarde transcurrió caminando por el centro: Corso, Pantheon, Piazza Navona, Campo dei Fiori... Y fotos, fotos y más fotos. Después, llegamos al Altar de la Patria, en la Piazza Venecia, para dirigirnos hacia el Colosseo, no sin antes inmiscuirnos en una manifestación que tenía lugar allí. Después, pasando previamente por el Circo Massimo, nos dirigimos a la Boca della Verità, que ya había cerrado, y de allí, hacia el Campidoglio, pasando por delante del Teatro de Marcello. Estábamos ya un poco cansados, y el viento que soplaba invitaba a ir a tomar algo a algún sitio. Finalmente, nos fuimos hasta la vinería de Campo dei Fiori. El problema es que éramos muchos (12), y no teníamos más remedio que quedarnos en la terraza tomando unos vinos. Y de allí, a cenar.
A las 9 teníamos mesa reservada en la Taverna Le Copelle, un restaurante típico y mítico situado entre el Pantheon y la Piazza Navona, que ya conocía de mi etapa Erasmus. La cena fue uno de los momentos cumbre del viaje. Además de degustar cocina romana tuvimos ocasión de reírnos un rato, principalmente cuando a Manolo se le ocurrió pedir como postre un crépe de chocolate. La cara que puso la camarera bien merecía una foto... Supongo que Manolo estaba aún invadido por la sorpresa de la mañana, y supongo que sus facultades mentales no eran las más adecuadas. Creo que por ahí puede salvarse, pero también creo que la anécdota del crépe quedará para la posteridad, como tantas y tantas otras.
Tras la cena, nos dirigimos nuevamente a la Fontana di Trevi, para admirarla esta vez de noche. La vista, una vez más, era impresionante. De allí nos dirigimos a Barberini para tomar el metro, pero cuando llegamos ya había cerrado, así que tuvimos que optar por otras alternativas. La idea era tomar unos taxis. Christian, Mónica, Carlos y Laura se subieron a uno, que los llevó al hotel en unos minutos. Pero los demás, finalmente, optamos por ir en bus. Nos bajamos en Bologna, y de allí intentamos llegar caminando hasta el hotel. En lugar de seguir el camino que habíamos hecho por la mañana optamos por tomar un atajo, y como era de esperar, nos perdimos. Después de dar muchas vueltas y de preguntar a varias personas, conseguimos dar con el hotel. Tras un día de caminatas constantes, lo que menos nos apetecía era dar vueltas alrededor del hotel, pero eso fue lo que pasó...
Dormimos tranquilamente, cada oveja con su pareja, pero a Alberto y a un servidor, los dos solteros del grupo, nos tocó compartir cama también. En fin... Dormimos plácidamente, y a las 8.30 de la mañana del domingo ya estábamos todos desayunando en el comedor del hotel. Tras el desayuno, de nuevo a la tarea, esta vez con una clara misión: visitar el Vaticano. Así pues, cogimos el tranvía 3. La segunda mitad del trayecto la hicimos en autobús, pues había algún tipo de incidencia que hacía imposible que el tranvía hiciera el trayecto completo. Nos bajamos en Via Marmorata, después de dar un buen paseo por Roma y aguantar algún que otro personaje en el autobús. Allí, justo delante del piso que compartí en mi Erasmus (el caso es que necesitaba pasar por mi barrio, Testaccio), tomamos un nuevo autobús, el 280, que nos llevó hasta el castillo de Sant’Angelo. De allí, nos fuimos caminando hasta la Piazza di San Pietro por la Via della Conciliazione, otro de los lugares mágicos de Roma. La intención era ir a ver los Museos Vaticanos, pero estaban cerrados. Así las cosas, hicimos la cola pertinente para entrar a la basílica. Visitamos San Pietro, impresionante como siempre, bajamos a las tumbas de los Papas, e hicimos una nueva cola para subir hasta la cúpula. Subimos hasta allí, después de tropecientos escalones, pero la paliza mereció la pena, pues desde allí se puede disfrutar de la mejor vista posible de la ciudad de Roma. Estuvimos un rato haciendo fotos y bajamos de nuevo, para irnos a comer. Comimos pasta y pizza en un local cercano, y de allí, un nuevo paseo hasta Piazza di Spagna. Aprovechamos para hacer más fotos, y de allí, al hotel a recoger el equipaje.
El fin de semana tocaba a su fin, y no teníamos más remedio que ir a Termini a coger el autobús que nos llevaría a Ciampino. Así, a las seis y pico de la tarde ya estábamos en el aeropuerto, listos para retornar a Girona. Sobre las ocho salía nuestro avión, que hora y pico después llegaba a Girona. Y de allí, en coche hasta Mataró. Acababa así un fin de semana frenético, un fin de semana difícil de olvidar. Esperamos todos, Manolo, que te gustara la sorpresa. Pero no pienses que lo hicimos solamente por ti, que para nosotros ya sabes que la mínima excusa es buena para pegarse un viaje como el que nos hemos pegado. ¿Cuál será el próximo?

Enviado por Miguel

jueves, marzo 09, 2006

Para recordar

Aquí os dejo unas fotos míticas que opino que deben estar en nuestro blog.





Posted by Albertini

Echándole más leña al fuego

Sin haber salido todavía del asombro, tras conocer la gran amistad entre Jacinto y José Mari.... no han tardado en emerger campañas propagandísticas elaboradas por nuestro estimado extremeño y alguien intentó boicotear!!!!



No pierdan detalle de la gran cultura de aquella persona a la que encargaron escribir el cartel!
!


Hasta la próxima...

BESOS!!!

Propano

lunes, marzo 06, 2006

¿Y nosotros quienes somos?


Si el Pirri es dios ¿nosotros quienes somos?

Pako.

domingo, marzo 05, 2006

ÉL

Sí, es él,
aquel que sólo con su presencia anima cualquier andaduria nocturna o diurna,
aquel que si no te lo dicen nunca dirias que es seguidor del Madrid,
aquel cuando no te das cuenta ya tiene una tia a su lado en la discoteca,
aquel que jamás le ha recriminado nada a un árbitro durante un partido,
pero por si acaso alguien todavía lo dudaba:

PI PI PIRRI ES...

DIOS

(Javi, de buen rollo, no te vayas a mosquear por la foto ¿eh?)

Posted by: AlBeRtiNi